El fenómeno de la marginación es un hecho social
que es difícil delimitar en cuanto a su definición y manifestaciones, pues en
él influyen el tiempo y el espacio; es decir, lo que hoy es marginal mañana
puede no serlo y lo que es marginal aquí quizá en otro lugar no lo sea.
Desde un
punto de vista, la marginación sería entendida como algo objetivo, estructural
y por tanto externo y ajeno a la voluntad de los sujetos que viven esa
situación. Cabría, no obstante, otra interpretación que entendería este
fenómeno como algo subjetivo, interno, individual. De esta manera,
distinguiríamos entre situación de marginación
y sentimiento de marginación, sin que entre ambos términos tengan que
existir relaciones perfectas. Se puede estar marginado sin tener conciencia de
ello y a la inversa, se puede tener ese sentimiento sin que existan razones
objetivas para ello. La clave está en encontrar el nivel medio respecto al que
definimos objetivamente una situación como marginal. Para ello, lo más útil es
recurrir, en el caso español, a lo que reconoce la Constitución como derechos.
De esta manera, las situaciones de marginación serían aquellas en las que falta
lo que nuestra Carta Magna garantiza como derechos; por ejemplo, a la
educación, a la igualdad o a un trabajo digno.
La marginación social se ve dentro de un mundo globalizado en el que ahora vivimos, ha tenido y sigue teniendo consecuencias que en varios de los casos es irrecuperable, la mas afectada es la sociedad al no poder satisfacer sus necesidades fundamentales, estos problemas al ser de naturaleza política, económica, estructural y social, la parte de la sociedad se ven limitados a acceder a los recursos, al conocimiento o en ocasiones de disfrutar de un modo de vida decente esto quiere decir que la marginación se ha extendido para incluir a todas los grupos sociales que buscan aceptación en una sociedad dada y que son víctimas de discriminación (sea económica, política religiosa, social, etcétera). Ello incluye a grupos étnicos, ideológicos, raciales e indigentes, entre otras, que son víctimas de trato desigual y cuya dignidad como seres humanos es pisoteada. La marginación es hoy día sinónimo de pobreza, de sufrimiento a causa de las injustas condiciones económicas.
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